viernes, 1 de agosto de 2008

Las herramientas tecnológicas de la sociedad de la Información

Las herramientas tecnológicas de la sociedad de la Información


Durante los últimos 15 años, las herramientas tecnológicas de la sociedad de la información que se han incorporado en mis actividades profesionales y personales han sido las siguientes: el teléfono inalámbrico, la PC, Internet, el celular, el DVD y la notebook.

Para comenzar, el teléfono inalámbrico me ha servido como herramienta para comunicarme socialmente sin tener que estar en un solo espacio de la casa, eso da un sentido de libertad que sólo se conoce cuando por razones varias se vuelve al teléfono de cable. La PC, junto con Internet, a nivel personal incidió de manera radical en cuanto a la posibilidad de conectarme con el mundo, tanto con gente de otros países como con familiares y amigos que decidieron vivir en el extranjero. Y a nivel estudio y trabajo, me dio la posibilidad de formar alumnos y de hacer un post grado a distancia, y uno ya casi se olvida de los trabajos escritos para entregar en la facultad que antes se tenían que hacer con máquina de escribir. El teléfono celular, también incidió de manera radical para relacionarme con los demás, principalmente con los mensajes de texto, que dan la posibilidad de enviar un pequeño saludo o una invitación o enviar un mensaje para decir que se está llegando tarde a un encuentro sin que los otros estén preocupándose por la ausencia de uno. Esto también se da en lo laboral, a veces un mensaje de texto puede llegar a resolver problemas que antes sólo se resolvían cuando la persona se presentaba en el lugar de trabajo. En cuanto al uso del DVD es muy importante en las clases de inglés, ya que trabajamos con películas y con la presencia o ausencia de subtítulos en inglés. Por último, la notebook, al igual que el teléfono inalámbrico ofrece esa libertad de utilizarla en distintos espacios, además de poder transportar la información fácilmente.

La transformación que la presencia de estas tecnologías han provocado en mis hábitos y costumbres ha sido muy marcada. En el año 1998, abrí mi primera casilla de e-mail. La idea era seguir en contacto con amigos colegas que había conocido en un instituto de inglés, ellos daban clases de inglés como hablantes nativos durante el tiempo que estaban en Buenos Aires y yo aplicando la pedagogía como profesora de inglés. Sólo tomé consciencia de las posibilidades que me daba Internet cuando antes de volver a sus países, estos colegas me preguntaron: “¿Me pasas tu dirección de e-mail?”. De ahí en adelante mis hábitos y costumbres comenzaron su proceso de cambio para conectarme con el mundo.

Por un lado, en el ámbito social, mantengo contacto con amigos extranjeros y con amigos que tomaron la decisión de vivir en el exterior. En cuanto a estos últimos, lo más curioso es que muchas veces me encuentro más en contacto vía e-mail o telefónica que cuando vivían a 20 cuadras de mi casa. También fue muy interesante sentir que pude colaborar con la traducción de un trabajo de una amiga socióloga que estaba en una beca en Italia y necesitaba entregar el trabajo en inglés, entonces, vía e-mail y msn hubo un feedback constante e interesante totalmente distinto al que generamos cuando estamos cara a cara. Otra manera de conectarme socialmente y generar una red de contactos conocidos y otros por conocer fue formar parte del ‘facebook’, donde se genera un sentido de pertenencia compartiendo fotos de viajes y eventos. También, las cadenas y campañas solidarias vía e-mail pueden generar un sentido de solidaridad no sólo en el área donde vivimos sino en todo el mundo.

Por otro lado, en el ámbito formal, estudiar requiere cada vez más del uso de Internet para investigar o para hacer uso de diccionarios ‘on line’ de acceso fácil y gratuito. También, el envío de CV vía e-mail posibilita una búsqueda de trabajo de manera masiva y dinámica a muy bajo costo, a diferencia de como se hacía antes. Además, parte de mi trabajo es ‘on line’, es decir, soy profesora de cátedra en un profesorado a distancia y mi rol es corregir ensayos en inglés que envían los alumnos. De esta manera, el feedback en cada devolución se vuelve cada vez más frecuente y fluido a diferencia de una modalidad presencial, en la cual los tiempos de corrección son más largos y menos fluidos. Lo más interesante de esta modalidad es que le da la posibilidad a muchos futuros profesores de inglés formarse académicamente en zonas donde no hay profesorados de inglés pero sí hay acceso a Internet.

Ahora, ¿Cómo fuimos aprendiendo a convivir con estas tecnologías? De acuerdo a Castells, “…aprendiendo por el uso y por el hacer: las elites aprenden haciendo, o sea modificando las aplicaciones de la tecnología, mientras que la mayor parte de la gente aprende usando, o sea manteniéndose dentro de los constreñimientos del packaging de la tecnología.” (Castells, La Era de la Información Capítulo 1). ¿Llegará el momento en que todos podamos contribuir modificando las aplicaciones de la tecnología?

Pero no sólo hubo aprendizaje técnico sino también un aprendizaje para poder desarrollar las habilidades interpersonales entre el profesor y el alumno. A partir del mensaje escrito a través de las TIC comencé a conocer el poder de la empatía y luego aplicarla también en ámbitos de educación presencial. Por eso comparto con Diego Levis que las TIC “Son herramientas para llevar a cabo nuestras ideas” (Levis 2004), generando conocimiento, interacción y comprendiendo al otro, teniendo en cuenta que, de acuerdo a Edgar Morin, “…Comprender incluye necesariamente un proceso de empatía, de identificación y de proyección. Siempre intersubjetiva, la comprensión necesita apertura, simpatía, generosidad…” (Morin, 1999).

A nivel educación ¿En una institución educativa primaria, secundaria o terciaria estas transformaciones en los hábitos y costumbres, se están dando de la misma manera? La realidad muestra que el proceso es mucho más lento y, de acuerdo a Gros, “…Los ordenadores deben estar en las aulas y formar parte de los objetos cotidianos de la escuela…” (Gros, 2004). De esta manera podremos integrar el uso y diseño de tecnología junto con el desarrollo de las habilidades intelectuales e interpersonales.

A modo de conclusión, durante estos últimos 15 años las herramientas tecnológicas marcaron un cambio radical en los usos y costumbres de muchas sociedades, el cambio fue tan rápido que la misma escuela tendrá que capacitarse para poder pertenecer a esta nueva era. Me sumo a la convicción de Castells de que “…hemos entrado en un mundo verdaderamente multicultural e interdependiente que sólo puede comprenderse y cambiarse desde una perspectiva plural que articule identidad cultural, interconexión global y política multidimensional.” (Castells, La Era de la Información, Prólogo La Red y el Yo).”


Bibliografía:
Dr. Diego Levis,(2004) Modelo para armar Artículo publicado en “Signo y Pensamiento” , Universidad Javeriana, Bogotá, nº 44, 2004

Manuel Castells, La era de la información. Tomo I, Economía, Sociedad y Cultura Prólogo, La red y el yo. Capítulo 1, La revolución de la tecnología de la información

Edgar Morin, (1999) Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Publicado en octubre de 1999 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura – 7 place de Fontenoy – 75352 París 07 SP – Francia Ó UNESCO 1999 EPD-99/WS/4

Begoña Gros, (2004) De cómo la tecnología no logra integrarse en la escuela a menos que…. cambie la escuela Universidad de Barcelona. bgros@ub.edu

Virginia Campos

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